Es interesante observar que las personas a las que admiramos, han cultivado su mundo interior. Trabajan sus #pensamientos cada día; alimentan su #mentalidad para hacerla más fuerte; viven conscientes de sus #emociones, se esfuerzan por auto-regularlas; entienden su #vida como momentos y no la rigen por los parámetros tradicionales… etc. (Podría seguir dando ejemplos).
Su poderoso mundo interior es el que les permite enfrentar desafíos con la cabeza en alto, atravesando duras pruebas pero superándolas. Su carácter es sólido porque se han “cultivado” como seres humanos.
Parecen lo que son. Su foco es el ser y entienden que el parecer viene como consecuencia.
En un mundo que premia las apariencias con “me gusta” o “me encanta”, hemos dejado en segundo plano lo que no se ve pero que es determinante en nuestra vida.
El cultivo de nuestro #mundo interior determinará nuestro bienestar y felicidad. Sólo un ejemplo para dar a conocer el punto:
¿Qué pensamientos de energía, compasión, alegría, empuje, fortaleza te regalaste a ti mism@ esta mañana? O, más aún, toda ésta última semana que recién pasó? ¿Qué te dices cuando comienzas tu día?
Ese simple ejemplo, es un indicador de lo que hay dentro de tu mundo interior.
Invertir en él es prolongar nuestro bienestar, es empujarnos a generar químicos como la #oxitocina, hormona del #abrazo y de los #vínculos que nos hacen felices.
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Abrazo!
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